LA SOMBRA DEL MURCIELAGO

LA SOMBRA DEL MURCIELAGO

lunes, 2 de noviembre de 2009

LA ULTIMA NOCHE DE LA COVACHA







Antrax Presenta.








El edificio estaba a oscuras, solo la luz roja de las lámparas de emergencia nos dejaba ver algo de lo que pasaba, Deaky y Lyoko estaban muertos atrás de nosotros, desangrados para alimentar a dos covachos vampiros, Maya y Frost.



No sabia que hacer, estaba temblando, dispare mi arma, los seres enfrente de nosotros simplemente se transformaron en humo, al acabarse las balas tomaron su forma de nuevo, de repente recordé algo que Frost me había dicho una vez en Internet cuando platicábamos sobre cosas sobrenaturales “ja ja, no pueden dominar a menos que los veas a los ojos”, así que agache mi mirada, pero era demasiado tarde para Gaider, Maya lo tenía en trance, no sabia que hacer, cuando Frost habló.



Frost: Veo que han llegado lejos, no esperaba tanto de ustedes, siempre CREI que Ántrax seria el ultimo en quedar de pie, pero bueno, espero que tu sangre sea igual de sabrosa.



Maya se fue acercando a Gaider poco a poco, literalmente esta flotando hacia el, mientras vi como Frost hacia lo mismo hacia mi, aquí terminaba todo, no podía mas que llorar y maldecir mi suerte, sabia que con los huevos o con otros esto no estaría pasando, sabia que con ellos tendría oportunidad de vivir.



Sentí movimiento en mi espalda, la mochila de Ántrax se movía, abrí los ojos y antes de que pudiera voltear una ráfaga de fuego quemaba a Frost, para después dirigirse a Maya, sus gritos de dolor llenaron ese piso, veíamos como se quemaban, Deaky y Lyoko usaron sus ultimas fuerzas para tomar un lanzallamas de la mochila, ya que Lyoko pudo matar a una de las serpientes que tenia aprisionada la mano de Deaky para que el tomara el arma.



Logramos bajarlos de ahí, pero era tarde, habían perdido mucha sangre, estaban exhaustos, Deaky nos dio su clave del blog y Lyoko la del foro.



Lyoko: Necesitaran ambas para abrir la salida secreta que esta en el Cuarto de Pánico.



Deaky: Tienen que girar las dos llaves que les darán al meter la clave en la base central, al mismo tiempo.Después de esto murieron, mi reloj mostraba las 10 de la noche, ¿acaso caí en el trance de Frost? No lo se, el tiempo pasaba muy rápido, es demasiado extraño, pero deje estos pensamientos para mi, no quería preocupar a Gaider o entorpecer nuestra huida, teníamos que llegar, solo faltaba un piso mas hacia abajo.



Bajamos las escaleras, los ascensores no servían, todos los demás covachos estaban muertos, el Director General también, no podía dejar de pensar en sus muertes: Gámez como zombie, muerto por Ántrax, Lord fue disparado en la cabeza por Ántrax para salvarnos, para después el suicidarse con la bomba que esperamos haya acabado con Pantoja, hecho zombie por la mordida de Gámez; Dark y Dwarf finiquitados como hombres lobo en la batalla con Yuano GL y Vale, quienes también perecieron ahí, Lyoko y Deaky desangrados por Maya y Frost, los vampiros que quemaron antes de morir, solo Gaider y yo estamos con vida, ese pensamiento me invade mientras vemos el Cuarto de Pánico, solo Gaider y yo estamos vivos, lo pienso mientras abrimos la puerta, pero al final me llega una pregunta, pero… ¿y Rich?.



Realmente no había tomado en cuenta lo que le paso a Rich, no lo habíamos visto en todo el edificio, esperaba que no hubiera muerto con la explosión o comido por los hombres lobo, llegamos a la consola principal, accedimos a la base central y colocamos la clave, en la pared de la izquierda y de la derecha se abrieron dos compuertas, ambas tenían una llave dentro de una vitrina, las rompimos y empezamos a buscar donde colocar las llaves, eso no nos lo dijeron, en una mesa al fondo del lugar vimos las entradas, justo arriba estaba un monitor que mostraba las cámaras de seguridad del lugar, el piso quemado por la bomba de Ántrax, los cadáveres que vimos, pero afuera del edificio no había conmoción alguna, parece que no hubiera pasado nada, no lo podía creer, pero realmente no me interesaba, solo quería salir.



Colocamos las llaves y las giramos al mismo tiempo, en el centro de la sala se abrió un hueco, del cual empezó a subir un pedestal, ahí estaba un sillón, estaba realmente oscuro y no podía ver bien, pero parecía como si alguien estuviera sentado allí.



Un fuerte olor a azufre lleno el lugar, la figura en el sillón empezó a iluminarse, una luz roja mostró a este personaje, otra sorpresa mas en esta noche, un demonio estaba sentado ahí, pero un demonio conocido… Richard Zya.Rich: Gaider, que sorpresa, sinceramente pensé que serias el primer en caer, no me imagino como escapaste de Dwarf o de Frost, lamento decirte que no te necesito.



Hizo un ademán con su mano, chasqueo sus dedos y Gaider empezó a arder, gritaba por el dolor de la quemadura de las llamas, intente apagarlas pero no podía, lagrimas salieron de mis ojos, el fuego no me quemaba, pero a Gaider si, algo me tomo y me lanzo a la pared, era Rich.



Rich: No tiene caso que intentes salvarlo, no podrás hacerlo, no tienes algún poder en todo este edificio, ni amigos, ni compañeros, estas solo.



El tenia razón, era el nuevo del lugar, realmente no conocía a ninguno de ellos en persona hasta ese día, estaba desolado, perdí toda esperanza, cuando algo paso, el cuerpo quemado de Gaider tomo una botella de la mochila de Ántrax, no creí que el agua pudiera ayudarlo, pero entonces la lanzo hacia Rich, el agua empezó a quemar al covacho demoníaco, al fin lo comprendí, era agua bendita, Ántrax si estaba preparado para todo; ahora Richard era el agonizante, podía ver como partes de su cuerpo caían, se estaba haciendo pedazos, mientras las llamabas dejaban a Gaider, al sentirme libre corrí hacia el, me sonrió con su ultimo suspiro, ahora yo era el único sobreviviente, un covacho novato, un covacho desconocido, mi corazón se lleno de sentimientos, ira hacia los que causaron esto, felicidad egoísta porque quería vivir y lo hice, miedo por el recuerdo de este día, amor por la familia que me esperaba, compasión por los que me ayudaron a salir y no lograron acompañarme, voluntad para seguir adelante, esperanza para seguir viviendo, mi corazón estaba lleno de estas sensaciones, hasta que algo atravesó de mi pecho y lo sacó, sentí como sus latidos me abandonaban, veía una mano llena de sangre, con mi corazón latiendo en ella, con 7 colores en el, no podía creerlo, había llegado tan lejos, pero no lo había conseguido, no había sobrevivido… a la última noche de la Covacha….


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