El presente articulo fue elaborado por Jorge Tovalin para “secuencial” pero considero por su contenido que debe aparecer también en este Blog de los fans y para los fans mas noveles, a tu salud jorge.
Mandrake
También es obligado recordar al gran ilusionista Mandrake (Mandrágora), creado a la edad de diecinueve años por Lee Falk (1912-1999) y publicado por primera vez en 1934. En un principio Falk escribía y dibujaba todas las tiras de Mandrake, pero después decidió dejar los lápices a Phil Davis, para concentrarse solo en crear las historias. Por cierto, el nombre de Mandrake se le ocurrió a Falk tras conocer la existencia de una planta utilizada en la medicina naturista (la mandragora officinarum), la cual le pareció una palabra simple, memorable y perfecta para nombrar a su personaje.
Mandrake, el gran ilusionista (cabe recordar que no tenía poderes mágicos), se dedicó a resolver crímenes y a hacer el bien por distintas partes del mundo, junto a su gigantesco ayudante africano Lothar (Lotario, en nuestro país). Además tuvo su propio serial de aventuras cinematográficas en 1939, varias adaptaciones para cine (¡incluso hay una película turca de Mandrake de 1967 y otra con Marcelo Mastroianni!) y alguna que otra serie de televisión (1954, 1979) de difícil adquisición actual.
The Phantom
Mandrake y Lothar fueron tan exitosos que Falk creó otro personaje más para la King Features Syndicate en 1936. Este fabuloso héroe que no debemos olvidar es El Fantasma, quien cual contó en un principio con los dibujos Falk, quien nuevamente prefirió conseguir un dibujante, esta vez llamado Ray Moore. Cabe mencionar que El Fantasma (quien originalmente iba a ser llamado “El Fantasma Gris” / “The Grey Ghost” ) es considerado por algunos historiadores del cómic como el padre de los superhéroes enmascarados e incluso como predecesor directo de Batman.
Un dato interesante es que durante los primeros meses de publicación, El Fantasma parecía tener la identidad secreta de Jimmy Wells, un playboy que combatía el crimen por las noches con un disfraz y una máscara. Lee Falk nunca lo demostró claramente en la tira, por lo que la sospecha permaneció solo durante un tiempo, hasta que Falk tuvo la repentina idea de trasladar al héroe a la jungla, terminando su relación con Jimmy Wells. Así, nuestro héroe de color morado adquirió una nueva y mucho más atractiva historia: Kit Walker era el vigésimo sucesor de una línea de hombres que habían vestido el traje del Fantasma, convirtiéndose en el protector de Bangalla, un país africano ficticio, el cual defendería de los constantes ataques de piratas, mercenarios y saqueadores, con la ayuda de su caballo “Hero” (“Héroe”) y su lobo “Devil” (“Diablo”). Cabe mencionar que el primer Fantasma había sido el único sobreviviente de un ataque de piratas, lo que nos explica la razón de que se convirtieran en sus enemigos clásicos.
También vale la pena mencionar que Lee Falk se inspiró en las novelas de Tarzán de Edgar Rice Burroughs y en El Libro de la Selva de Rudyard Kipling para crear el universo del Fantasma, particularmente en el caso de los pigmeos Bandar, aliados del héroe, quienes recibieron el mismo nombre de la tribu de monos que eran amigos de Mowgli en El Libro de la Selva.
“El Fantasma que Camina” ha incursionado en la pantalla varias veces: En 1943 contó con un serial cinematográfico de quince episodios, dirigidos por B. Reeves Eason e interpretados por Tom Tyler, mientras que en 1961 tuvo su propia serie de televisión. En 1994 apareció la serie animada llamada Fantasma 2040, la cual personalmente no me llamó la atención (los personajes se veían muy alargados), siendo la última entrega importante la bien ambientada película dirigida por Simon Wincer en 1996, con Billy Zane en el rol principal.
Una caricatura que probablemente muchos recordemos con cariño (y no por ser una obra de arte o un prodigio de la animación) fue Defensores de la Tierra, estrenada en los ya lejanos días de 1986, la cual tuvo como característica principal el reunir a varios de los personajes clásicos de la King Features Syndicate: Mandrake, Lotario, El Fantasma y Flash Gordon (además de sus odiosos hijos). Juntos pelearían contra Ming el Despiadado, conformando un equipo de ensueño, el cual tenía como principal poder el de la nostalgia.
Roldan el Temerario alias Flash Gordon
Mandrake
También es obligado recordar al gran ilusionista Mandrake (Mandrágora), creado a la edad de diecinueve años por Lee Falk (1912-1999) y publicado por primera vez en 1934. En un principio Falk escribía y dibujaba todas las tiras de Mandrake, pero después decidió dejar los lápices a Phil Davis, para concentrarse solo en crear las historias. Por cierto, el nombre de Mandrake se le ocurrió a Falk tras conocer la existencia de una planta utilizada en la medicina naturista (la mandragora officinarum), la cual le pareció una palabra simple, memorable y perfecta para nombrar a su personaje.
Mandrake, el gran ilusionista (cabe recordar que no tenía poderes mágicos), se dedicó a resolver crímenes y a hacer el bien por distintas partes del mundo, junto a su gigantesco ayudante africano Lothar (Lotario, en nuestro país). Además tuvo su propio serial de aventuras cinematográficas en 1939, varias adaptaciones para cine (¡incluso hay una película turca de Mandrake de 1967 y otra con Marcelo Mastroianni!) y alguna que otra serie de televisión (1954, 1979) de difícil adquisición actual.
The Phantom
Mandrake y Lothar fueron tan exitosos que Falk creó otro personaje más para la King Features Syndicate en 1936. Este fabuloso héroe que no debemos olvidar es El Fantasma, quien cual contó en un principio con los dibujos Falk, quien nuevamente prefirió conseguir un dibujante, esta vez llamado Ray Moore. Cabe mencionar que El Fantasma (quien originalmente iba a ser llamado “El Fantasma Gris” / “The Grey Ghost” ) es considerado por algunos historiadores del cómic como el padre de los superhéroes enmascarados e incluso como predecesor directo de Batman.
Un dato interesante es que durante los primeros meses de publicación, El Fantasma parecía tener la identidad secreta de Jimmy Wells, un playboy que combatía el crimen por las noches con un disfraz y una máscara. Lee Falk nunca lo demostró claramente en la tira, por lo que la sospecha permaneció solo durante un tiempo, hasta que Falk tuvo la repentina idea de trasladar al héroe a la jungla, terminando su relación con Jimmy Wells. Así, nuestro héroe de color morado adquirió una nueva y mucho más atractiva historia: Kit Walker era el vigésimo sucesor de una línea de hombres que habían vestido el traje del Fantasma, convirtiéndose en el protector de Bangalla, un país africano ficticio, el cual defendería de los constantes ataques de piratas, mercenarios y saqueadores, con la ayuda de su caballo “Hero” (“Héroe”) y su lobo “Devil” (“Diablo”). Cabe mencionar que el primer Fantasma había sido el único sobreviviente de un ataque de piratas, lo que nos explica la razón de que se convirtieran en sus enemigos clásicos.
También vale la pena mencionar que Lee Falk se inspiró en las novelas de Tarzán de Edgar Rice Burroughs y en El Libro de la Selva de Rudyard Kipling para crear el universo del Fantasma, particularmente en el caso de los pigmeos Bandar, aliados del héroe, quienes recibieron el mismo nombre de la tribu de monos que eran amigos de Mowgli en El Libro de la Selva.
“El Fantasma que Camina” ha incursionado en la pantalla varias veces: En 1943 contó con un serial cinematográfico de quince episodios, dirigidos por B. Reeves Eason e interpretados por Tom Tyler, mientras que en 1961 tuvo su propia serie de televisión. En 1994 apareció la serie animada llamada Fantasma 2040, la cual personalmente no me llamó la atención (los personajes se veían muy alargados), siendo la última entrega importante la bien ambientada película dirigida por Simon Wincer en 1996, con Billy Zane en el rol principal.
Una caricatura que probablemente muchos recordemos con cariño (y no por ser una obra de arte o un prodigio de la animación) fue Defensores de la Tierra, estrenada en los ya lejanos días de 1986, la cual tuvo como característica principal el reunir a varios de los personajes clásicos de la King Features Syndicate: Mandrake, Lotario, El Fantasma y Flash Gordon (además de sus odiosos hijos). Juntos pelearían contra Ming el Despiadado, conformando un equipo de ensueño, el cual tenía como principal poder el de la nostalgia.
Roldan el Temerario alias Flash Gordon
Por otro lado están los personajes Buck Rogers (1929) y Flash Gordon (1934), los dos grandes pioneros en el género de la ciencia ficción (en cuanto a cómic-strip se refiere). Por su parte, la tira de Buck Rogers contó con el talento del escritor Phillip Nowland, los guiones de John F. Dillie y los dibujos de Dick Calkins. Cabe destacar que algunos han considerado a Buck Rogers la primera tira enfocada a la ciencia ficción. Pero los buenos días del buen Buck Rogers se vieron un tanto opacados en 1934 con la llegada del fabuloso dibujante Alex Raymond y su Flash Gordon. Esta tira, preciosamente dibujada, narraba las aventuras de un jugador de polo, el sabelotodo Hans Zarkov y la bella pero inútil Dale Arden en el planeta Mongo, donde encabezaron una revolución en contra del Emperador Ming, de rasgos orientales (cuestión que se ha considerado racista). Otros personajes entrañables de esta tira fueron el Príncipe Barin y sus Hombres-Árbol (¿un homenaje a Robin Hood y compañía?), además de Vultan, líder de los Hombres-Halcón, una especie de vikingos alados.
Esta tira fue encargada a Raymond por la poderosa King Features Syndicate, con el fin de que creara tres personajes que compitieran con los de las compañías rivales. Las otras creaciones de Raymond fueron Agent X-9 y Jungle Jim, competencia para Dick Tracy (primer detective del comic-strip) y Tarzán, respectivamente. Así, a pesar de que Buck Rogers contaba con una gran cantidad de seguidores, la mayor gloria se la llevó Flash Gordon, quien a la larga terminaría regresando al planeta Tierra para pelear contra los nazis. Al finalizar la Segunda Guerra Mundial, Flash regresó a Mongo, donde vivió aventuras menos interesantes y se apagó poco a poco.
Hay un nexo interesante entre Tarzán, Buck Rogers y Flash Gordon: todos ellos fueron interpretados en la pantalla grande por Larry “Buster” Crabbe, quien tal vez se encuentre entre los actores que han tenido la oportunidad de representar a más personajes de comic-strip en el cine.
Flash Gordon, conocido también en nuestro país como “Roldán el Temerario” (¿alguien me puede explicar la traducción?) ha seguido circulando en televisión, cómics y hasta en películas tres equis (Flesh Gordon), pero sin haber logrado remontar el vuelo.
Hace unas semanas el canal Sci-Fi anunció sus intenciones de realizar una serie televisiva sobre el personaje...habrá que esperar.
Si algún nerd ocioso (nada lejano a su servidor) tuviera la ocurrencia de realizar una encuesta a la población mexicana en general, con el objetivo de conocer el nombre de los tres personajes más famosos del cómic en nuestro país, probablemente tendríamos la siguiente respuesta en la mayoría de las ocasiones: Superman, Batman y Spider-Man, integrantes de lo que me atrevería a nombrar “La Santísima Trinidad” del cómic. ¿O acaso hay algún otro personaje que pueda competir con estos gigantes en nivel de popularidad, importancia, pero sobre todo, significado icónico? Lo dudo en verdad.
Varios años antes de que estos personajes se dedicaran a combatir el crimen y hacernos soñar con sus aventuras, existieron otros héroes que lamentablemente han desaparecido poco a poco de nuestra vista (pero no de nuestra memoria). Esto ha sucedido a pesar de que muchos de estos personajes forman el pilar sobre el cual están colocados los centenares de superhéroes del cómic norteamericano actual.
Tarzan
Entre ellos se encuentra Tarzán, la creación de Edgar Rice Burroughs, el “hombre salvaje” por excelencia (antes de Conan y décadas antes que Wolverine). La mezcla perfecta entre un animal cazador y un hombre colonizador, Tarzán fue quien llevó su cuerpo mortal al límite de la perfección, antes de que Bruce Wayne viera por primera vez un murciélago. Nacido en octubre de 1912 en las páginas de All Story Weekly, Tarzán fue en sus inicios un personaje de novela, pero gran parte de su popularidad se debe a las películas interpretadas por Johnny Weissmuller (quien inventó la famosa exclamación tarzanesca de los filmes inspirado por los gritos tiroleses) así como por las clásicas tiras cómicas ilustradas por los sensacionales Harold Foster y Burne Hogarth desde 1929. Cabe resaltar que Tarzán fue una de las primeras tiras cómicas dibujadas de manera realista, pues lo usual a principios del siglo pasado era trazar a los personajes con rasgos caricaturescos. Tarzán, el pequeño huérfano criado en la selva por un grupo de monos, ha permanecido presente en los medios de comunicación de manera constante aunque con resultados medianos, ya que lamentablemente desde la interesante película Greystoke con Christopher Lambert (Highlander), allá en los lejanos años ochenta, no ha sucedido nada del otro mundo en cine ni televisión con el famoso “mono blanco”. Tristemente parece que Tarzán no ha sido capaz de superar su propia Edad de Oro.
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