Una de las series que más se apegaba al personaje del cómic de cual bebía fue cancelada tras su primera temporada, para algunos la serie no tenía pies ni cabeza, para otros era una serie bien llevada, bien actuada con efectos especiales decentes y una trama interesante, en cuanto al actor principal, supo darle al Constantine de la serie de Tv, el aire cínico y desenfadado que en los cómics se ha visto y que difiere del Constatine visto en cine interpretado por Keane Reeves.
Durante la emisión de los capítulos de la primera temporada, la trama gira entorno a Liv hija de un antiguo amigo y aliado de Constantine quien posee al igual que su padre la habilidad de ver el mundo más allá de nuestro mundo y predecir actos sobrenaturales generalmente provocados por demonios, sin embargo Liv amenaza los planes de un misterioso mal que está tomando fuerza en el inframundo, por lo que Constantine usara todo su ingenio para protegerla y no corra el mismo destino que su padre o peor aún el destino de la pequeña a la que no pudo proteger y cuya alma quedo atrapada en el averno, por lo que constantine está maldito hasta el fin de sus días.
Constantine se verá obligado a viajar por el país para detener la mayoría de las amenazas, sin apoyo alguno más que el de los aliados que vaya encontrando en el camino, aunque es vigilado de cerca por un angel que no revela sus intenciones y que le dará algunas pistas pero no lo ayudara al menos no directamente o demasiadas veces como John quisiera.
A pesar de tener buenos elementos esta serie, no tuvo la suficiente audiencia para sostenerse en NBC sumado a las críticas negativas por la interpretación de Matt Ryan como Constantine, mucho se hizo para buscarle otra emisora, incluso Stephen Amell protagonista de Arrow en su cuenta de Twitter comento que haría un cameo si se emitía una segunda temporada, desafortunadamente esto no será posible.
Nos queda el recuerdo de la primera y única temporada con 13 capítulos bastante disfrutables, quizás en un futuro la serie sea retomada y tenga mejor suerte.
¡Hasta la próxima columna¡
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