Por: Antrax
Mi carrera como ingeniero Civil me ha llevado a diferentes lugares de la republica, todos ellos llenos de folklore, costumbres y leyendas, pero nunca había estado tan cerca de una leyenda como lo estuve en un poblado cerca de la sierra, al sureste del país, me encontraba en esta población junto con otros ingenieros de la constructora para llevar a cabo un puente, aunque los pobladores eran pocos y amistosos, a los pocos días de nuestra llegada el temor se apodero del corazón de todos en especial en las noches, todo inicio con uno de los capataces de la obra el cual había sido atacado aparentemente por un animal salvaje, su cadáver fue encontrado al amanecer entre la maleza, yo no era experto en Zoología pero lo que ataco al pobre hombre distaba mucho de ser un animal “normal”, el cuerpo del capataz había sido cruelmente desmembrado y sus intestinos devorados, al parecer el capataz regresaba a su casa de campaña cuando fue atacado, dos días después otro de los trabajadores fue hallado colgado de un árbol muerto de la misma manera, desmembrado y desollado, los ataques se fueron incrementado, la mas cruel fue en casa de uno de los trabajadores locales, la bestia había entrado por la noche a su casa asesinando a los dos pequeños, a la esposa y finalmente al trabajador, la escena era dantesca miembros, vísceras y sangre dispersos por todo el lugar, parecía como si los hubieran matado solo por placer, si alguien escucho algo el temor los mantenía callados y al margen, muchos huyeron, se montaron guardias de hombres armados, nadie salía por la noche, a pesar de ello los cadáveres seguían apareciendo, la obra estaba casi paralizada, las mujeres y niños fueron evacuados, ya no se dormía en la intemperie, se dormía en grupos de 5 hombres, una noche oímos gritos aterradores de una de las casas, superando nuestro miedo salimos con machetes en mano a ver que sucedía, al acercarnos a la casa los gritos y los golpes proseguían pero no podíamos entrar por que ¡estaba cerrado por dentro con la tranca¡, mientras tratábamos de entrar los gritos y los golpes cesaron, con hachas logramos derribar la puerta al entrar los 5 hombres estaban muertos, desmembrados, en sus rostros el miedo se reflejaba y las marcas de garras aparecían como macabros surcos por sus cuerpos, pero del animal no había señal alguna, mas de la mitad del los que se quedaron huyeron al día siguiente, esa misma noche atrancamos bien la puerta, 4 de los ingenieros jugaban baraja y yo me encontraba recostado en la cama pero no podía dormir, eran las 3 de la mañana todo parecía tranquilo, hasta que mis ojos se fijaron en un rincón oscuro de la casa, de entre las sombras un par de ojos brillantes me observaban, asustado me incorpore y con ello los ingenieros también, de las sombra de es rincón salio un animal, negro como la noche y tan grande como un Rodwaller, el animal se abalanzo sobre Carillo ante nuestros atónitos ojos el la bestia incrementaba su tamaño, de un zarpaso corto la garganta de Carrillo, con sus fauces prenso la cabeza de Ovelar, haciendo un macabro crujido, Dominguez, Tovar y yo logramos herir al animal hundiendo nuestros machetes en el torso del mismo, Dominguez fue lanzado por los aires mientras el corpulento ingeniero Tovar tomaba un hacha, sangrando del pecho tome un trozo de varilla, cuando el animal se abalanzo sobre mi tuve la fortuna que se ensartara en la varilla con su propio peso, rápidamente Tovar le asesto varios golpes con su hacha en la cabeza, el animal cayo y Dominguez que se había roto un brazo lo remato con la pistola que había logrado encontrar entre todo el desorden, la bestia por fin había muerto, al día siguiente entramos a la casa para recoger el cadáver de la bestia pero nuestras sorpresa fue grande cuando descubrimos que en el lugar donde yacía el cadáver de la bestia..... se encontraba el de un hombre con la varilla clavada en su cuerpo y todas las heridas que le habíamos hecho a la bestia, nadie lo había visto antes por el poblado, se especulaba que vivía en la Sierra, lo único de lo que estábamos seguros era que nuestro atacante había sido un Nahual.
¡hasta la próxima¡